Vistas del estado de Jalisco, 1900-1901
Jose María Lupercio (1870-1927)
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Vistas del estado de Jalisco, 1900-1901
Jose María Lupercio (1870-1927)
29 x 22.8 x 5 cm
Media encuadernación de keratol, de puntas y lomo gofrados de piel, con 27 impresiones en plata/gelatina y 7 platinos, montados en soportes secundarios.
Originario de Guadalajara, José María Lupercio empezó su carrera profesional como fotógrafo con el registro de calles y sitios emblemáticos de su ciudad natal, captando imágenes que encontraron buena acogida para ser comercializadas como postales. También retrató con su cámara las zonas rurales de Jalisco, la vida en el campo y sus protagonistas. Después de mudarse a la Ciudad de México, se encargó de documentar y generar una parte importante de los registros fotográficos actualmente resguardados en la Fototeca de Monumentos Históricos del INAH.
Miradas del Seminario de Cultura Mexicana a los Álbumes de México
Seminario de cultura mexicana
Arco,
puerta al vacío
de ida y vuelta,
Cactus sembrados
en el silencio,
¿Qué luz los guarda
en donde las palabras se escapan?
Vibro
entre el sueño
y la nada,
Sigo al aire que
los atesora
donde los sonidos
enmudecen,
Abro los ojos
y salgo y penetro
y salgo y penetro…
Giro,
todo se detiene un instante
Se suspende
en el vacío,
Descubro
al ojo que
nos ve,
el sueño que
te sueña
“Te miro
en lo que miras”
Arnaldo Coen
Miembro Titular
Artes plásticas
Seminario de cultura mexicana
Arropado por el abolengo de su estirpe
Juventud investida de raíces ancestrales
Portando con prestancia un legado milenario
Desde la profundidad de su mirada emerge la sabiduría de su espíritu.
Norah Barba
Miembro Titular
Química
Seminario de cultura mexicana
Gracias a Sergio Vela, admirado amigo, por abrirme la puerta hacia estos laberintos en los que contemplo y me contemplo, identifico y me identifico. Viajo a la profundidad (México profundo, dijo Guillermo Bonfil), para entender y entenderme. Larga marcha que ahí comienza y viaja por la mirada. Para el observador, itinerario y espejo que se recuperan en la fotografía de Lupercio.
Sergio García Ramírez
Miembro Titular
Derecho
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Seminario de cultura mexicana
A través de las imágenes de Lupercio se plasman estampas de la vida cotidiana, con sus preocupaciones y las exigencias que derivan de la precariedad. Pero en el encuadre fotográfico, a través de tintes luminosos, se percibe la alegría del trabajo compartido, que aligera la tarea a la par que refuerza el sentido de comunidad.
Herminia Pasantes
Miembro Titular
Neurociencia
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Seminario de cultura mexicana
Nada más cierto que una imagen dice más que mil palabras. Los huicholes, que se llaman a sí mismos Wirrárika, palabra que significa “gente”, una de las etnias más interesantes de México, cobran vida en las fotografías de José María Lupercio.
Las fotografías de Lupercio dejan entrever su formación de pintor, la que adquirió en el taller de Bernardelli, donde conviviría, entre otros, con Gerardo Murillo. Posteriormente se dedicaría a la fotografía, llegando a ser el fotógrafo del Museo Nacional.
Las fotografías de los personajes de Lupercio, por su composición, por su enfoque, podríamos decir que son pinturas hechas con instrumentos ópticos.
Jaime Morera
Miembro Titular
Historia del arte
Vistas del estado de Jalisco, 1900-1901
Originario de Guadalajara, José María Lupercio empezó su carrera profesional como fotógrafo con el registro de calles y sitios emblemáticos de su ciudad natal, captando imágenes que encontraron buena acogida para ser comercializadas como postales. También retrató con su cámara las zonas rurales de Jalisco, la vida en el campo y sus protagonistas. Después de mudarse a la Ciudad de México, se encargó de documentar y generar una parte importante de los registros fotográficos actualmente resguardados en la Fototeca de Monumentos Históricos del INAH.
De las 34 fotografías que conforman este álbum, 32 fueron realizadas en Jalisco y 2 en la Ciudad de México. En ellas se pueden discernir las diferentes facetas del trabajo de Lupercio: sus registros de arquitectura urbana, imágenes de la vida rural y siete retratos de miembros de la comunidad huichola que acudieron a su estudio para ser fotografiados. Estas imágenes fueron difundidas en 1903 en una popular revista de la época, El Mundo Ilustrado, donde se halagaba la capacidad del fotógrafo para realizar “imágenes llenas de verdad”. Hoy, a 120 años de su publicación, estos retratos siguen siendo de una asombrosa profundidad.